Pr'antes de menstruar
Ausentenimalia
nonsenso
Estoy húmeda y el mundo sueña
Descalza, frialdad loza y nervio. Y evoco la naturaleza de tu espalda, la curva de la columna mirando el mundo al revés, la longitud de los dedos sobre el teclado. Hoy la noche y cada estrella sobre cada palabra.
La radio,Hoy eres adulto, Pourcupine, y yo, yo no puedo dejar de reírme.
Constat-ne tibi?
Lonche de las 7
Geografía no táctil
(from now onwards)
Era una mañana, una naranja partida, una mujer partiendo la naranja.
La avenida enturbiada de gente, la mujer y las manchas blancas en los cabellos
la alegre melancolía de guepardo lamiendo el horizonte
el saltito de una niña que abrió la jaula
y aquí desde la ventana, la humedad azulada
el hálito gélido en los dedos
la flor de loto abriéndome la piernas.
Martes 26
que estoy echada en cama
acumulando una espalda enferma
que hoy no, hoy no puedo levantarme.
La sequedad del cabello
estas miradas perdidas
estos rincones de ropa sucia
gritándome
alzarse al sol
alzarme y correr
abismo hondo impenetrable.
Estoy acá
con la cara mancha desesperada
con cada gota de café descargándose
y arrastro los pies
me arrastro
animal temeroso del olvido
animal de aurora a quien la noche golpeó.
Resquicio
Todos los ríos murmuran,
crujido de nostalgia rojiza.
Y una mano cegando al sonido
una bocina llena de lamento.
Qué te han dicho los ríos, melena aleonada
Ya no oyes al silencio púrpura de cielo
ya no habitan alondras debajo de tus alas.
Aún soy algo perro cruzando el puente de mañana
Pianto e Fazzoletto
Los pies de barro llenos
toda inundada de nocturno manto carmesí
llena de fango doy pasos
minúscula piedra dentro del zapato
piedrecita hablándole al pie amoratado
hablándole a un rostro pueblo de ojeras
Y en esta ciudad podredumbre de tránsito
soy un puerperio patológico
los patos no nadan lógicamente
qua mi trovo qua t’ho detto
trovami qua pianto di fazzoletto
yo no sé nadar y poco sé de nada
he aquí la hecatombe de los sueños
la razón de haber olvidado el color de tu nombre
café cargado de herrumbre
materia olvidada adherida en drenaje
Miedo disuelto en las retinas
soy una gota de lluvia ahogada en las manos
te das un golpe en el pecho puño enrojecido
no me digas hay que fumarnos la vida
que se ha esfumado el compás violáceo de tus latidos
Escribo para olvidar que aún respiro
que aún no encuentro la madriguera de mi secoya
Estoy seca y afuera llueve
Garúa
corran las cortinas, váyanse lejos.
Déjenme acurrucada, manta rosácea vientre de madre.
No me abran los ojos a las 4 del alba
cuando ni aún los gallinazos de la azotea descubren las oscuridad de sus alas.
No me interrumpan el sueño, no me desayunen rutina.
Tantas miradas posadas sobre la cabeza
y la mente viajando tan lejana de ustedes, tan abstraída y succionada.
Tanto de nada.
Aléjense, grises carentes de fábula,
piérdanse en los senderos no recorridos,
miren el charquito de agua donde está el mundo escondido.
Dónde se ha metido el gato,
en qué calle deambulan las ramas de mi árbol,
dónde has caído de bruces y obsérvenme, toda boca luna menguante de sangre.
Desnuda, una cama,
un cuerpo extraño a mi lado,
un cuerpo,
un pedazo de carne, una lengua desconocida.
Asustadamente desnuda, asqueadamente desnuda.
Ciérrenme los ojos, arrullada susurrándome al oído,
tu nombre, tu voz medio ida medio atesorada.
Bájenme los párpados.
Todos los brazos del mundo meciéndome, cría de leopardo enjaulada.
7,5
Me crecen los cabellos, ya no son serpientes, son raíces. Y los árboles de este lugar son insondablemente mustios, como yo ignorando todos los ojos de las avenidas, a todos aquellos muertos que me han arrancado la magia, que se han tragado mis alas y han dejado esto que se suele llamar persona.
Ya no amo por eso ves allí el hueco de mi estómago. Los moretones en los flancos, en las caderas de tanto tirar el dardo sin darme en el lóbulo occipital, mi enredadera mental cada vez más anegada de farmacia. Y me río tanto a ver si la desgracia se aleja, a ver si de tanto reírme me vienes a la mente y meto la mano al hoyo mío y saco las cartas, las fotos, tus cabellos, la música de la casa, el rastro de acordes que dejaste, las últimas jeringas usadas, la jungla de mis órganos y hasta tu pasaporte mirada de leoncillo perdido.
Respiro, oculto el hueco debajo de la ropa, tengo miedo de que el corazón se precipite. No se vaya a ir de gira dejándome hecha jirones, y vaya, ya te imaginarías. Y me voy, estoy ciega y no me explico esta cantidad de agua, se me escurre entre los dedos, estoy soñando uno dos tres, estoy exhalando tres dos uno, ya no vuelan, pero aún tengo pájaros en la cabeza.
Necesito aire y ardo.
Despojo
Vi al elefante hacerse camino a 21 pasos de mí. El elefante y los maníes dejados a mi andar, aquella tierra olfateada, el berrido azulado buscando atardecer.
Y dime
de qué color es hoy tu sonrisa
de qué van las piedras debajo de los pies del mar.
Elefante, acurrucado
en el currucucú.
aún la noche camino de luna.
Aún tan larga.