Despojo




Necesito escribirte
Aquella necesidad
sombra redonda de sol
de todo aquello que restó de tus pasos
de los ojos de tus pájaros
sobre mis hombros

En el fondo de mi vaso
todo lo que muere
la huella dolorosa de rutina
y esta ciega flor brotando

Pero cómo decirle:
Basta, pequeña, porqué brotar
con la saliva tan lejana

Y heme aquí,
escribiéndote
cuando el hoy se me muere
sobre los párpados

con el kilometraje arrastrándome el deseo
con el deseo de enésimos kilómetros
de tantos números extraños
Y usted, tan bobo,
bobamente rosso bello


2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿la misma a quien encontré silenciosa en la plaza?
Lima fue decepcionante, pero tú fuiste de esas chispas que me dejan ciego
¿Has vuelto a ver gusanos blanco fosforescentes al despertarte? Todavía me acuerdo de esa frase!
KlinKlin!

D' dijo...

El extraño platónico?
Qué locura,
aún veo larvas fosforescentes, por cierto