Piérdome

No deberías temer, le dije a mis adentros, pero el miedo, esa bestia insaciable.
Es esta invasión que avanza, a la que le he dado rienda
tan suelta que se descuelga como rizo al viento dado,
que se esconde bajo las uñas
que atraviesa las alas
las bate y despluma

Espero a mi amante, mientras escribo esto,
lo espero porque sé que no ha de llegar.
no como ansias
pero él se atraganta mis sueños
serán
365 días + no puedo calcular la mitad de ello.
No puedo,
ver caer las hojas como si el viento soplara a la muerte,
acumulándose una sobre otra
como si la soledad
este vacío flotando pesara menos en compañía
Fue una habitación,
número seis
y esa manía suya de acomodar las sábanas
cada tanto la brisa olas del cuerpo
movimiento sincrónico
y yo,
araña de piernas enroscadas
cada tanto aquel estoy dentro de ti.

Pero es este olor, kimod mío,
con el que se tejen las mañanas a las tardes
para ver caer la noche con prisa

Transpiro y te deseo