Nívea.


Nívea se ha ido y aún la tengo frente a mi.
Nívea y yo, yo y Nívea comíamos en el chifa, ella comía carne,
a mi me importaba un bledo, solo quería verle sonreír.
Nívea, te amo.

Nívea se columpeaba y a mi me gustaba ver mover sus pequeños pies.

Nívea nadaba, yo solo me lamía delante de ella,
nos tomábamos de las manos y yo fumaba mucho,
necesito volver a fumar,
ando muy ansiosa
aunque suelo tener sexo casual por aquí o por allá.

Pienso en ti, en tus abrigos grandes y coloridos, en tus lentes gruesos,
en tu cabello corto o teñido, pienso en ti,
en lo pequeña que eres y cómo reíamos juntas,
las dos, sobre el pasto,
burlándonos de todo, alucinando, yo prendida, tú sobria,
alucinando cómo las tortugas se aparean frente a San Ignacio.

Nívea, pez, renacuaja despistada.

Nívea de los perros santos, yo de los gatos promiscuos.

Nívea, te amo.

Nívea, fui yo quien se fue, quien no encajaba, fui ya la que huyó,
la que te soltó los dedos entrelazados y perdió tu número telefónico,
la que dejó de contarte de quién se había enamorado ayer
y la que no se acordaba de quién había sido la semana pasada.

Fui yo la que solo te envío un sólo correo electrónico,
la que llora porque te extraña, miniatura hermosa,
la que prometió ir a visitarte mas nunca fue
porque el miedo se orina en ella
y le da pereza existencial.

Nívea, deseo contarte tantas cosas,
tramar cómo divertirnos
y divertirnos cantando en las calles,
arrecostar tu cabeza contra la mía,
dejar que me fume hasta el grass sintético
y volver a abrazarte.

Nívea, nada como pez, nada, nada lejos.

Quizás me encuentres flotando muerta en el agua con cloro
y me puedas saludar después de tanto tiempo.

1 comentario:

Fenilalanina dijo...

¿Quién es Nívea? Vaya numen...
La debes extrañar mucho.
Descuida, lograste unas estrofas perfectas con su recuerdo.
Me gustó, tiene mucha pasión y sensualidad.