10.06.13


Yo era dos, a veces tres,
algunos días, cuatro.
A estas horas soy sólo una,
sólo una que se basta.
No, soy
una que resulta nula,
ninguna,
absoluta e infinita como un dios que no es.

Soy
lo que resta de mí misma,
ave gris echada del nido,
calle pálida de invierno.
Soy
mis escombros recogidos,
lo que no he sido en un tiempo pasado,
derribo anunciado a una ciega que en vueltas danza.

Mas,
aún soy,
la del olvido fluido y fusilante.
Soy una engendrándose a sí misma,
la tarde que usted no será sin mí,
el color que no seré sin usted.

Soy,  por ahora basta. 

No hay comentarios: