Observa el charco donde tu rostro ha caído
y estremécete.
dicen que la primavera arribó el 23
pero hoy casi a mitad de noviembre
la tarde se despide en traje húmedo y gris
yo no tengo nada que ofrecerte
las manos me han quedado vacías de tanto atrapar al viento
es más, nada quiero otorgarte
nada más que mis fieras muertas y mis malos sueños
enlodados.
Durante un tiempo no me he sentido más que carne exhibida.
Una anatomía sugerente en medio del anfiteatro romano